¡Conoce el Parque Recreativo Municipal Los Chorros!

       Antes de llegar a las cataratas, muchos árboles, grandes, bellísimos, y variadísimas plantas, conforman una imagen inolvidable de verdes musgos y paisajes de auténtica montaña. Cuando usted vaya a Los Chorros, va a disfrutar mucho del sendero, garantizado. La caminata no es larga es aproximadamente 1 kilómetro. Por lo que pudimos ver en nuestra visita es parte de una reserva biológica de la que no se habla mucho en internet.

Recomendadísimo este lugar, nosotros la pasamos super bien

       Un día cualquiera, hace como un mes o por ahí, mi hijo y yo nos aventuramos en este tour. Agarramos algunas frutas y un par de botellas de agua y por supuesto “camiseta, tanga roja y panta adicional”, porque sabíamos que la mojada era segura. Y es que, aunque no llueva, la fuerza del agua en caída libre de aproximadamente 26 a 30 metros de altura, produce una brisa cargada de agua que por lo menos humedece bastante la ropa de los “paseadores” como decimos en Costa Rica. Y aunque no existe una gran profundidad para bañarse, sí puede disfrutarse un buen rato del agua. Puede que sea un pisquín fría el agua, pero no demasiado.

 Bueno, una vez llegamos a la finca estacionamos el carro al lado de la casita de Don Luis y recibimos indicaciones de como bajar por los senderos. Don Luis será su anfitrión en el lugar, quien le recibe y muy amablemente le indica el camino para llegar hasta las cataratas. Normalmente él no acompaña al visitante hasta las cataratas, imagino que para conceder más privacidad y libertad. Además, no son pocos los visitantes, así que si lo hiciera de otra forma no podría brindar tan bonita atención a como lo hace hasta el momento. “Aquí, en las cataratas los chorros, el turista se siente como en casa, como en su propia finca”. Nos comentó Don Luis aquel día.

La caminada es bonita, quizá entre 1 y 1.3 kilómetros de sendero en bajada, no está demasiado inclinada la pendiente; más bien es bastante seguro bajar y está bien marcado y fácil el acceso.

       La llegada a las cataratas es impresionante

El ruido fuerte de las cataratas y el cantar de los pájaros, van dándole una emoción creciente mientras usted acelera el paso por el deseo de ver ya esa majestuosa catarata. A primera instancia solo se ve una gran cascada y cualquiera se devolvería de ahí y se vendría contento, es una gran caída de agua de casi 30 metros de altura. Pero a la izquierda de esta, a unos 50 metros, se esconde en una especie de cueva sin techo, en una pronunciada cavidad en la roca, otra catarata quizá de las mismas dimensiones que la primera. Pero ésta con un sonido aún mayor que la primera y con una belleza que lo lleva a uno a pensar en un poder que hay más allá de nuestros propios pensamientos.

       El regreso es bonito, hay bancas y mesitas para merendar y vimos bastantes bancas en el camino como para descansar cuando se viene de regreso. Aunque nosotros gracias a la lluvia que nos cayó de repente, subimos en una sola carrera desde el río hasta el parqueo donde dejamos el carro.

       Cuantos centenares de años tendrá ese salto de agua

Cuantos metros de roca se han gastado con la fuerza de esta catarata, cuanta consistencia tienen esas piedras para soportar la furia que desata la cascada.  Como no se puede describir la experiencia vivida en este mágico sitio, no nos queda más que invitarle a experimentar por usted mismo.

Reserve este tour escribiendo a nuestro WhatsApp o llenando el formulario en nuestra página   – nomadascr.net – para que no pierda esta oportunidad de respirar, mirar, escuchar y sentir esta apasionante aventura.

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